Reglas de oro para educar niños empáticos

Vivimos en una sociedad altamente caracterizada por lo tecnológico, en la que se abren nuevas vías de comunicación antes insospechadas, disponemos de un volumen vertiginoso de información, en el que los servicios prosperan en busca del bienestar del ciudadano y atienden las necesidades de diversos colectivos. Sin embargo, la otra cara de la sociedad, nos presenta día tras día situaciones de violencia, racismo, intolerancia, discriminación, injusticias, estafas, vandalismo… Así pues, conforme evolucionamos, los seres humanos nos encontramos en la encrucijada de tener que adaptarnos a los cambios experimentados sin atentar los derechos humanos, es decir, aprendiendo a convivir con los otros, construyendo una cultura de paz, fundamentada en el aprendizaje de valores como el diálogo, la tolerancia, la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y la búsqueda permanente de la justicia, entre otros.

Según la Encuesta Nacional sobre discriminación del INEGI, una de cada 5 personas en nuestro país sufren discriminación.

La RAE explica que discriminación es “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental”.

¿Qué es la Violencia estructural? es decir que la misma estructura de la sociedad facilita la discriminación. Entonces si queremos que nuestro mundo tenga mejores individuos, empecemos por implementar estos sencillos pasos:

  1. Poder de las palabras que usas en tu hogar.
    Significa palabras usadas a la ligera, que tienen connotaciones excluyentes, desde: que tarado eres, qué nena eres, ay que naco, etc.
  2. Valorar y respetar el trabajo de las personas que nos rodean y nos dan un servicio.
    Como padres es esencial que nuestros hijos nos vean tratar a la gente. Si nosotros somos amables con esas personas, para el niño será normal el trato respetuoso a los demás, en especial aquellos que no cuentan con las mismas circunstancias que la familia.
  3. Los modales.
    Ser amable, es la llave que te abre cualquier puerta.
    Hablemos de modales básicos desde:
    Saludar siempre y despedirse
    Dar las gracias
    Pedir y no exigir
    Así como usar el lenguaje apropiado
    Hablar de temas que no lastimen a otros
  4. Coeducación.
    Educar dando los mismos derechos a hombres y a mujeres, porque la discriminación por género es una de las estadísticas más importantes que debemos atacar.
  5. Respeto a la orientación sexual, creencias y preferencias.
    Para dejar de discriminar, tenemos que empezar por revisar qué no nos gusta o qué nos asusta de las personas que no son como nosotros, porque la discriminación hace que sin querer, limitemos los derechos de otros seres humanos. En México, los niños, niñas y adolescentes viven situaciones de discriminación, lo que les impide el pleno goce de sus derechos, lo que facilita que éstos sean repetidamente vulnerados, explica la Consejo Nacionales para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

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