Unos de los retos más grandes que vive el fundador o propietario de una empresa se presenta cuando los hijos alcanzan la edad suficiente para trabajar en ella.
Con frecuencia los empresarios crean puestos directivos o gerencias que permitan a sus hijos participar activamente en la compañía y con sueldos que generalmente rebasan por mucho la compensación que se establece en el mercado, lo que resulta costoso y genera desigualdad. Esto puede llevar al desánimo e incluso a la pérdida de personal talentoso, que buscará espacios de crecimiento en otra empresa.
Las Mejores Prácticas Corporativas ofrecen a la empresa alternativas para atender estos retos, y favorecer que la empresa sea mucho más competitiva, estable y permanente en el tiempo.
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