Seguro has oído muchas veces decir “Todo lo que la mente del hombre puede concebir y creer puede lograr”. No son solo un cliché, es una frase tácita y real.
El ser humano es la única especie capaz de soñar: esculpir en las montañas, un viaje a la luna, vencer epidemias, una video-llamada hasta el otro lado del mundo, absolutamente todo lo que nos rodea, antes de haber existido, fue un sueño en la mente de alguien, alguien lo imaginó.
De niños somos capaces de tener muchas ideas, algunas podrían parecer locas, pero todo se vincula a su hambre de información, imaginación y creatividad, sólo para que se den una idea de la genialidad de los niños: según los especialistas, un niño de entre 2 y 5 años puede hacer hasta 500 preguntas por día. Pero entre tanto: “no subas”, “no corras”, “no preguntes”, NO, NO, NO… vamos perdiendo esta hambre por lograr y saber cosas. Tanto es así que según un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Scranton —ubicada en Pensilvania—, observó el comportamiento de 200 sujetos por un periodo de dos años de los cuales:
45% hacía una lista de propósitos (ya fueran de año nuevo o cumpleaños)
17% lo hizo una vez
38% No lo hizo ni lo había hecho nunca
47% de los propósitos tiene que ver con la auto superación
38% con el peso corporal
34% son asuntos financieros
31% implica un cambio en las relaciones personales
(el resultado suma más de cien porque normalmente se formulan varios propósitos).
Sólo 8% de la gente tiene éxito en sus propósitos
Razones por las que NO se logran los sueños:
No creer. Conforme vamos creciendo vamos perdiendo la capacidad de soñar por la represión de nuestro entorno. Vamos siendo entrenados como “pulgas de circo” a “medio-creer”, a vivir “mediocres”, medio avanzar, incluso hay quien dice: “hago como que trabajo y ellos hacen como que me pagan”.
Crear metas vagas. A veces la gente dice: «Quiero perder peso» pero no saben exactamente cuánto peso desean perder, cómo van a lograrlo y de qué manera van a ajustar su vida para que esto sea posible.
Tener propósitos pequeños. Muchas personas se plantean metas sin alma que no te impulsan ni motivan. Se plantean “porque sí”, ¿Quieres un auto nuevo?, ¿Para qué?, ¿Cuál es el propósito de tenerlo? ¿Aumentar tu productividad, ayudar a otros, seguridad? ¿Cuál es tu MOTIVACIÓN?
Postergar. La falta de disciplina y exceso de procrastinación son elementos que contaminan no sólo tu productividad sino el camino hacia tus sueños y metas, recuerda que para lograrlas tienes que aprender a hacer lo que tienes que hacer para lograr lo que quieres lograr y ¡HACERLO!
No asumir la responsabilidad. Cuando las cosas salen mal o no logras tus metas, ¿a quién culpas? Normalmente a un tercero: que si el gobierno, que si el muro, que si la economía mundial, que si los chinos, que si la globalización, que si la inseguridad… ¿y tú?
Escuchar a personas negativas. La mayoría de las personas que no ha logrado nada en su vida tratarán de detenerte y decirte que no es posible lo que quieres. ¿Por qué? Porque ellos no quieren que les demuestres que sí es posible. No importa quién sea, si te dice que no puedes, ¡HUYE!
Atender muchas metas/proyectos al mismo tiempo. Existen metas del HACER, del TENER y del SER, Las metas del TENER son aquellas que podemos intercambiar por dinero, las del HACER son las metas que NO podemos intercambiar por DINERO, y las del SER son: en quién me convierto cuando TENGO Y HAGO. Las personas no podemos enfocarnos en varias metas del mismo tipo al mismo tiempo.
Egoísmo. Las principales maneras de hacerse rico y lograr un gran éxito, incluyen alguna forma de generar valor y beneficiar a muchas personas. Mientras más personas beneficies más exitoso serás.
Allegados que no logran sus metas. Por ahí dicen “dime con quién andas, y te diré quién eres”, “el que con lobos anda… a aullar se enseña”.
Ver mucha TV. No toda la televisión es mala, incluso relajarse de vez en cuando es bueno, pero probablemente si estás viendo televisión en vez de trabajar en tus metas, no estás logrando muchas cosas en tu vida ahora mismo.